domingo, 14 de diciembre de 2008

BIOPARQUE de COTA con LICENCIA

El águila arpía miraba, desde la parte alta de uno de los árboles, a los visitantes que esa mañana entraban al aviario de siete metros de altura del Bioparque la Reserva en Cota. La presencia de otros inquietaba a esta poderosa criatura que se movía de un lado a otro y levantaba sus inmensas alas. Esta vez eran los humanos quienes debían entrar al mundo de los animales y seguir sus reglas.

 

Desde  comienzos de 2008  este parque, que fue inaugurado en septiembre, se ha convertido en el hogar de cientos de animales que fueron rescatados por las autoridades. En total cuenta con 18 especies de mariposas, 19 de aves, 12 de reptiles y 35 especies vegetales, entre otros. Los visitantes pueden disfrutar de ecosistemas creados especialmente para hacerles entender la importancia de la naturaleza en la vida de los humanos.

 

“El Bioparque la Reserva no es como los demás zoológicos o parques temáticos. Nosotros trabajamos bajo el concepto de la inmersión. Acá no hay animales encerrados en jaulas, ni tampoco se mira a la naturaleza a través de rejas. En este lugar los visitantes entran a los ecosistemas y tienen un contacto directo con las especies”, explicó el zootecnista Iván Lozano, director general del centro.

 

El recorrido comienza en un antiguo galpón de pollos que hoy cumple la función de auditorio. Allí se hace una corta introducción de las precauciones que deben tenerse y se reflexiona sobre los actuales problemas ambientales. Posteriormente se pasa a la zona interactiva, en donde se puede hacer contacto con pequeñas ranas, curíes, conejos y codornices. La parte principal de la exposición es la zona de humedales de la Sabana de Bogotá, en donde se encuentran las especies nativas de este tipo de ecosistemas y acuarios a nivel del piso que dejan ver los peces debajo de los pies de los visitantes. La ruta sigue con un recorrido por el mariposario, que es la reproducción de un bosque seco y el aviario compuesto por especies nativas del bosque tropical andino. Después se atraviesan nuevamente los humedales y se pasa al aviario donde se encuentra el águila arpía, una de las más grandes del mundo.

 

Finalmente, se llega a la zona de juegos y cafetería desde donde se pueden emprender caminatas por los cerros que duran entre 20 minutos y tres horas, dependiendo del camino que se escoja.

 

“Desde hace tres años, cuando comenzamos a pedir las licencias, estamos trabajando en este proyecto. En este momento tenemos construidas 1.5 hectáreas, la idea es que en 10 años tengamos  11 hectáreas construidas y siete más  de bosque andino”, dijo Lozano.

La segunda etapa del proyecto fue planeada entre Iván Lozano y Mónika Siby, una de las diseñadoras de zoológicos más famosas del mundo. Lozano explicó que, “el Bioparque está basado en las últimas tendencias a nivel mundial en parques de corte ambiental y conservacionista”.

 

A futuro, esta reserva espera albergar cerca de 50 aves rapaces  (águilas, gavilanes, lechuzas, etc.) de 12 especies distintas con el fin de realizar investigaciones y ayudar a conservar estos animales que están en vía de extinción.

 

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