El templo operaba en una antigua bodega de la zona industrial de Puente Aranda a la que no se le podía dar ese tipo de uso del suelo. Un obrero murió y tres más resultaron heridos en el accidente.
Para completar, la licencia de urbanismo que le autorizó la Curaduría Urbana 3 el 19 de septiembre pasado para hacer obras de construcción, modificación y demolición parcial se tramitó de manera irregular.
"El predio estaba registrado como Cacharrería Mundial y el uso es industrial. Así se estudió, y con esos planos se hizo el estudio. La licencia no autoriza el cambio en el uso (para construir una iglesia)", explica la arquitecta Jennifer Mayorga, quien estudió la solicitud de licencia.
El templo está ubicado en lo que antes era una inmensa bodega de la carrera 30 con calle 23, frente al Hospital Universitario Mayor (antigua Clínica San Pedro Claver).
En un comunicado, la Misión Carismática Internacional reconoció que en el lugar "se realizaban reparaciones". Sin embargo, ningún vocero oficial se ha pronunciado sobre la legalidad de las obras que adelantaban.
"Ese predio presentó la solicitud de un plan de implantación para comercio, porque el uso de culto no está permitido y la única manera era mediante un plan parcial de renovación urbana (que abarque una zona y no solo el predio), el cual no se ha adelantado y no se ha solicitado", dice Daniel Franco, director de Planes Maestros.
Por ahora, la iglesia permanece cerrada mientras se adelantan investigaciones.
En esa bodega se debía realizar la convención anual de la Misión Carismática Internacional, programada del 26 al 31 de enero, y en la que se esperaba la asistencia de miles de creyentes de todo el país.
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